El citrato de potasio es reconocido por sus beneficios para la salud de los riñones. Este mineral actúa principalmente como un agente alcalinizante que puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales, especialmente en personas propensas a desarrollar piedras de calcio.
Al neutralizar la acidez urinaria, el citrato de potasio reduce el riesgo de cristalización de minerales y puede disminuir la probabilidad de que se formen nuevos cálculos.
Además, algunos estudios sugieren que puede contribuir a la disgregación de pequeños cálculos ya existentes, mejorando la función renal y proporcionando un método preventivo y terapéutico para quienes padecen problemas recurrentes de cálculos renales.
¿Qué es el citrato de potasio y cuál es su función?
El citrato de potasio es un compuesto mineral formado por la combinación de ácido cítrico y potasio. Se utiliza principalmente como suplemento natural de citrato de potasio para tratar diversas condiciones renales, especialmente aquellas relacionadas con la formación de cálculos.
Este compuesto actúa como un agente alcalinizante urinario, lo que significa que aumenta el pH de la orina haciéndola menos ácida. En el cuerpo, el citrato de potasio se metaboliza a bicarbonato, que ayuda a neutralizar el ácido en la sangre y la orina.
Esta función es particularmente importante para la salud renal, ya que un pH urinario equilibrado previene la cristalización de sustancias que pueden formar cálculos.
Cálculos renales: causas, tipos y síntomas
Los cálculos renales, también conocidos como litiasis renal, son masas sólidas compuestas de cristales que se forman en los riñones o en las vías urinarias. Estas formaciones pueden variar en tamaño, desde pequeños como granos de arena hasta varios centímetros de diámetro.
Existen varios tipos de cálculos renales:
- De oxalato de calcio (los más comunes)
- De ácido úrico
- De estruvita (asociados a infecciones)
- De cistina (menos frecuentes y generalmente hereditarios)
Diversos factores favorecen su formación, como la deshidratación crónica, dietas ricas en sal y proteínas animales, antecedentes familiares, obesidad, ciertas enfermedades metabólicas, y algunos medicamentos.
Síntomas
Los síntomas característicos incluyen dolor intenso en la zona lumbar (conocido como cólico nefrítico), sangre en la orina, náuseas y vómitos, aumento de la frecuencia urinaria, y sensación de ardor al orinar.
En casos severos, los cálculos pueden causar infecciones urinarias o daño renal permanente.
¿Cómo ayuda el citrato de potasio a los riñones?
- Aumenta la concentración de citrato en la orina, compuesto que se une al calcio y previene su cristalización. Al formar complejos solubles con el calcio, impide que éste se combine con oxalato o fosfato para formar cálculos.
- Al alcalinizar la orina, crea un ambiente menos favorable para la formación de ciertos tipos de cálculos, particularmente los de ácido úrico y cistina, que se forman preferentemente en orina ácida.
- Ayuda a disolver pequeños cálculos ya existentes, especialmente los compuestos de ácido úrico, facilitando su eliminación natural.
¿Cuándo es recomendable su uso?
El citrato de potasio está especialmente indicado para:
Personas con historial de cálculos renales recurrentes:
Particularmente aquellos de oxalato de calcio o ácido úrico. Estos pacientes suelen beneficiarse de la terapia preventiva a largo plazo.
Pacientes diagnosticados con acidosis tubular renal:
Una condición donde los riñones no pueden acidificar adecuadamente la orina, lo que lleva a un exceso de ácido en la sangre.
Casos de hipocitraturia:
Una condición caracterizada por niveles bajos de citrato en la orina, factor de riesgo importante para la formación de cálculos de calcio.
Situaciones de orina persistentemente ácida:
Que favorecen la formación de ciertos tipos de cálculos.
Beneficios y posibles riesgos
Entre los beneficios comprobados del citrato de potasio se encuentran:
- Reducción de la recurrencia de cálculos renales
- Mejora del balance ácido-base en pacientes con acidosis
- Protección de la función renal a largo plazo
- Disminución de los síntomas asociados a la cristaluria
Riesgos potenciales:
- Hiperpotasemia (niveles elevados de potasio en sangre), especialmente peligrosa en personas con insuficiencia renal
- Trastornos gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea
- Interacciones con otros medicamentos, particularmente diuréticos ahorradores de potasio e inhibidores de la ECA
Diagnóstico y monitoreo
Antes de prescribir citrato de potasio, los médicos suelen realizar:
- Análisis de sangre para evaluar la función renal y los niveles de electrolitos
- Análisis de orina para determinar su pH y la presencia de cristales
- Estudio metabólico de 24 horas para identificar factores de riesgo específicos
Durante el tratamiento, es fundamental el monitoreo regular de los niveles séricos de potasio y la función renal, así como ajustes en la dosificación según la respuesta individual.
Estrategias complementarias para prevenir cálculos renales

Además del citrato de potasio, se recomiendan las siguientes medidas:
Hidratación adecuada: consumir al menos 2-3 litros de agua diariamente para diluir las sustancias que pueden formar cálculos y estimular la micción frecuente.
Modificaciones dietéticas: reducir el consumo de sal, limitar las proteínas animales, moderar alimentos ricos en oxalato (espinacas, ruibarbo, chocolates) y aumentar la ingesta de alimentos ricos en citrato natural (limones, naranjas).
Otros suplementos: dependiendo del tipo de cálculo, pueden recomendarse suplementos de magnesio y vitamina B6.
Conclusión y recomendaciones finales
El citrato de potasio representa una herramienta terapéutica valiosa en el manejo y prevención de cálculos renales, especialmente en pacientes con factores de riesgo identificados. Su efectividad está bien documentada científicamente, pero debe utilizarse bajo estricta supervisión médica.
Es importante destacar que ningún tratamiento reemplaza la importancia de un estilo de vida saludable con adecuada hidratación y alimentación balanceada.
NEl éxito en la prevención de cálculos renales requiere un enfoque integral que combine tratamiento farmacológico y cambios en el estilo de vida adaptados a cada paciente.
Consulte siempre a un nefrólogo o urólogo antes de iniciar cualquier tratamiento con citrato de potasio, ya que solo un especialista podrá determinar la dosificación adecuada y realizar el seguimiento necesario para garantizar su eficacia y seguridad.
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