Los calambres en las piernas son contracciones musculares dolorosas que pueden aliviarse mediante estiramientos específicos como flexionar el pie hacia arriba o masajear suavemente la zona afectada. La aplicación de calor local, la hidratación inmediata con electrolitos y el movimiento controlado son técnicas complementarias efectivas. Para prevenir futuros episodios, la suplementación con magnesio (300-400 mg diarios) ha demostrado ser altamente efectiva, especialmente en personas con deficiencia de este mineral. Una rutina diaria de estiramientos, hidratación adecuada y mejoras en los hábitos de descanso completan un plan preventivo integral que reduce significativamente la frecuencia y la intensidad de los calambres.