Si alguna vez has sentido fatiga sin razón aparente, calambres musculares frecuentes o cambios repentinos de ánimo, puede que tu cuerpo esté pidiendo atención a dos minerales esenciales: potasio y magnesio.
Aprender cómo consumir potasio y magnesio adecuadamente no solo es clave para sentirte con más energía, sino también para mantener la función muscular, nerviosa y cardiovascular en equilibrio.
En esta guía descubrirás por qué estos minerales son fundamentales, cómo funcionan en conjunto y, lo más importante, cómo puedes integrarlos a tu rutina diaria según tu estilo de vida.
Ya seas deportista, persona mayor, vivas con estrés constante o simplemente busques mejorar tu salud, aquí encontrarás recomendaciones prácticas y seguras para cubrir tus necesidades.
Tabla de contenidos
- Potasio y magnesio: un equipo vital para tu bienestar
- ¿Por qué consumirlos según tu estilo de vida?
- Guía práctica por perfil
- Deportistas
- Personas con estrés o insomnio
- Quienes viven en climas cálidos o trabajan físicamente
- Adultos mayores - Cómo tomar potasio y magnesio: dosis, fuentes y horarios
- Errores comunes al suplementarse
- Conclusión y recomendaciones finales
Potasio y magnesio: un equipo vital para tu bienestar
El potasio y el magnesio son minerales que actúan de manera complementaria en muchas funciones del organismo.
El potasio se encarga de regular el equilibrio de los líquidos, el ritmo cardíaco y la contracción muscular, mientras que el magnesio es clave para la producción de energía, la relajación muscular, la función cerebral y el sistema nervioso.
Cuando hay deficiencia de uno o ambos, pueden aparecer síntomas como debilidad, irritabilidad, dificultad para dormir, calambres o presión arterial elevada.
Por eso, mantener niveles óptimos —a través de la alimentación o suplementación— es esencial para sentirte bien cada día.
¿Por qué consumirlos según tu estilo de vida?
Cada persona tiene necesidades diferentes según su edad, rutina y condiciones particulares.
No es lo mismo un atleta que pierde minerales por el sudor, que una persona mayor con menor capacidad de absorción.
En lugar de una única fórmula general, te proponemos una guía adaptada a distintos estilos de vida, para que puedas personalizar tu consumo de potasio y magnesio de forma práctica, segura y efectiva.
Guía práctica por perfil
Deportistas
El ejercicio físico intenso agota rápidamente las reservas de electrolitos como el potasio y el magnesio. Su déficit puede provocar fatiga prematura, calambres, disminución del rendimiento y recuperación más lenta.
Recomendación:
Consumir citrato de potasio con alimentos antes del entrenamiento (banano, agua de coco, papas cocidas) y suplementos de magnesio después (suplemento de citrato o cloruro de magnesio), ayuda a reponer lo perdido y favorece la recuperación muscular.
Personas con estrés o insomnio
El estrés crónico agota el magnesio del cuerpo, y su deficiencia, a su vez, agrava los síntomas de ansiedad, nerviosismo e insomnio. El potasio ayuda a estabilizar la presión arterial y la respuesta nerviosa.
Recomendación:
Tomar magnesio por la noche (idealmente citrato de magnesio, por su efecto relajante) y asegurarse de incluir potasio en la dieta diaria (aguacate, espinacas, legumbres) puede ayudar a dormir mejor y calmar la mente.
Quienes viven en climas cálidos o trabajan físicamente
La sudoración excesiva por clima o actividad física prolongada puede generar pérdida de potasio y magnesio, afectando la hidratación y provocando debilidad o calambres.
Recomendación:
Ingerir bebidas naturales o suplementos con magnesio y potasio juntos, después de una jornada calurosa o exigente ayuda a reponerlos. El agua de coco, frutas ricas en potasio y un suplemento de magnesio suave pueden ser de gran ayuda.
Adultos mayores
Con la edad, disminuye la eficiencia del cuerpo para absorber y retener minerales esenciales. Esto puede derivar en osteoporosis, arritmias, debilidad muscular o problemas de sueño.
Recomendación:
Asegurar una dieta rica en potasio (frutas, verduras cocidas) y suplementar magnesio en forma de citrato o glicinato, especialmente por la noche, puede mejorar la salud cardiovascular, muscular y ósea.
Cómo tomar potasio y magnesio: dosis, fuentes y horarios

Dosis orientativa:
- Magnesio: 300–400 mg/día en adultos.
- Potasio: 3.500–4.700 mg/día (preferiblemente de fuentes naturales).
Fuentes naturales:
- Potasio: plátano, aguacate, espinaca, papas, frijoles.
- Magnesio: almendras, cacao, semillas de calabaza, avena.
Horarios ideales:
- Magnesio: en la noche, para facilitar la relajación.
- Potasio: con las comidas, para estabilizar los niveles en sangre.
En caso de suplementación, elige productos de alta absorción y sin ingredientes innecesarios. El citrato de magnesio es una de las formas más recomendadas por su buena tolerancia digestiva.
Errores comunes al suplementarse
Tomar ambos sin supervisión médica en caso de enfermedades renales.
Usar suplementos de baja calidad con formas poco absorbibles (como óxido de magnesio).
Pensar que más es mejor: el exceso puede causar diarrea, desequilibrio electrolítico o alteraciones cardíacas.
No hidratarse adecuadamente al tomar suplementos.
Conclusión y recomendaciones finales
Potasio y magnesio son aliados poderosos de tu salud cotidiana. Personalizar su consumo según tu estilo de vida te permitirá sentirte con más energía, mejorar tu calidad de sueño, prevenir calambres y apoyar tu sistema cardiovascular.
Ya sea desde la alimentación o con un suplemento confiable, su integración puede transformar tu bienestar desde adentro.
Antes de empezar cualquier suplementación, especialmente si tomas medicamentos o tienes alguna condición médica, consulta con un profesional de la salud. Cuidar tu equilibrio mineral es una inversión en tu salud presente y futura.
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